Hola amigos visitantes de esta página web, en esta ocación leerán mi segunda Creepypasta que compartire con todos ustedes en mi sitio web. Aclaro que esta segunda Creepypasta fue creado por mi (Scorpion17782) y que está basado en un sueño que tuve ayer (23 de Diciembre del 2011).Recuerden que pueden subirlo a su canal de youtube, pero denme el credito y dejen el link de este sitio web como fuente de donde lo podrán encontrar. Bueno, ahora si, aquí les dejo el Creepypasta, que lo disfruten.

Fecha de Publicasión: 24 de Diciembre del 2011

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Durante un mes, mi familia había reservado un vuelo en avión. Todos los integrantes de la familia (tíos, primos, y abuelitos), íbamos a viajar a Japón. Sinceramente, no supe que hacer todo ese mes ya que estaba tan emocionado por eso, así que el tiempo se me hizo muy lento, más de lo normal.

Pasó el tiempo, y llego aquél día, en donde toda la familia se iba a reunir en un viaje especial, y tal vez único. Todos esperábamos en el aeropuerto. Recuerdo que varios de mis primos estaban charlando conmigo sobre el viaje. - ¿Tú crees que lleguemos en unas cuantas horas? – No lo se. Japón esta algo lejos, así que tal vez tardemos como 4 horas en llegar. – Le respondí inmediatamente. Cansado de la espera, le pedí a mi papá que me comprará un café ya que tenía algo de sueño, estaba cansado y un poco aburrido, además, por la emoción del viaje, no había podido dormir nada la noche anterior.

Mi papá inmediatamente accedió y fuimos a un Oxxo que estaba a unos cuantos metros de donde estábamos. El Oxxo era más grande de lo que yo los había visto antes. Seguramente era por ser un Oxxo del aeropuerto. Mirando hacia todos lados, dentro de ese grande local, mi papá y yo fuimos con el que atendía el Oxxo, le pidió un vaso para un café, el tendero inmediatamente se lo dio con una sonrisa en el rostro. Fuimos hacia donde se encontraba la máquina y depósito las monedas para que saliera el café. Después de esto, regresamos con el encargado para que nos diera un popote y así poder revolver y tomarme el café. El tendero del Oxxo, de nueva cuenta con una sonrisa en su rostro, nos atendió amablemente.

Salimos de aquel Oxxo para regresar al asiento y esperar nuestro vuelo. En lo que esperaba, me termine mi café y mis primos no dejaban de hablarme, yo los escuchaba lo más que podía. Pasaron los minutos, y llego nuestro vuelo, así que todos nos dirigimos hacia el avión para abordarlo. Dentro de ahí, me toco sentarme con una prima que tenía años de no verla, así que nos pusimos a charlar dentro del avión. Durante el viaje, no hubo ninguna novedad.

Cuando llegamos y bajamos de aquel avión, me di cuenta que sin duda ya no estábamos en el Continente Americano, ya no estábamos en México. Sólo había pasado unos minutos y extrañaba mi país, pero intente animarme, estaba en un nuevo país, donde creo que será la primera y última vez que logre pisar tierra japonesa. Luego de un rato, estábamos saliendo del aeropuerto para dirigirnos a nuestro Hotel reservado previamente. En nuestro camino, miramos mucha gente japonesa.

Anteriormente había estudiado un poco japonés gracias a unos vídeos en youtube, así que creía que podría tener una conversación con algunas personas que pasaban. Me puse enfrente de una mujer que pasaba, agache mi cabeza hacia el piso, puse mi mano izquierda junto a mi estómago y con la palma abierta, e inmediatamente puse mi mano derecha encima de la izquierda pero con el puño cerrado. La señora, parecía sentir como si la saludara, aunque realmente no sabía que estaba haciendo en realidad. – Ohayo gozaimasu – Me dijo aquella mujer japonés. Debido a que estaba nervioso, se me olvido como se pronunciaba así que no le respondí. Aquella mujer, mirándome alegremente, simplemente empezó a alejarse.

Lo intente varias veces, pero el resultado era el mismo, se me había olvidado todo el japonés que había aprendido desde hace años. Sin embargo, no me di por vencido, y lo hice una vez más. En esta ocasión creo que al que estaba saludando era a un hombre japonés, ya que para ser mujer, tenía una voz muy grave. Recuerdo que después de la misma pose de siempre, el me saludo. –Ohayo gozaimasu. -Yo nuevamente me quede en silencio. Después de unos segundos, volvió a decir otra cosa. Sin embargo, no recuerdo que fue lo que me dijo exactamente, ya que no lo entendí muy bien. Para no dejarlo hablando sólo yo le respondí con: - Sorry, but i don´t understand you. Im from México. – Aquel japonés pareció entenderme porque ya no dijo nada y se empezó a alejar.

Yo también hice lo mismo, así que me fui con mi familia. Nos dirigimos al hotel que habíamos reservado y una vez ahí yo me hospede en aquel cuarto de hotel. Pasaron las horas hasta que llego la noche. Me acosté en mi cama para relajarme un poco. Debido al cansancio que me había dejado el viajar en avión, quede profundamente dormido al poco tiempo. Cuando desperté me lleve una sorpresa desagradable. Medio somnoliento, me di cuenta que no estaba en el Hotel.

Aquel lugar en donde estaba era una especie de cueva. No había forma de salir… ni de entrar, así que no supe como es que llegue allí. Viendo hacia todos lados, me di cuenta que había un pasillo, sin saber que hacer, decidí ir hacia ese pasillo, pensaba que tal vez del otro lado estaría la salida. Sin embargo, me lleve otra sorpresa más desagradable aún. Una vez que salí de ese pasillo, mire a una especie de Ángel Negro mirándome. No estoy muy seguro si era un Ángel Negro, o la mismísima Muerte, y ya verán porque. Aquella creatura, tenía una túnica café obscuro. En la espalda, de alguna manera, y a pesar de que tenía puesta una túnica, se lograba ver que tenía unas hermosas alas negras. No parecía que ella caminara, desde mi punto de vista, ella iba flotando. Además, nunca pude mirarle el rostro, no se si sea por la cueva tan obscura… o porque esa cosa no tiene rostro.

En cuanto se dio cuenta de mi presencia, aquella cosa se fue por otra especie de pasillo. A pesar del miedo que tenía en ese momento, la seguí pensando que tal vez me sacaría de esta cueva en la que, de alguna forma, había entrado. Cuando salí del pasillo, note que me estaba esperando, ya que estaba mirando hacia donde yo salía. La creatura volvió a caminar, sin embargo, esta vez parecía ser una especie de túnel muy luminoso. En este punto empecé a pensar que se trataba de la muerte, y que tal vez yo había fallecido, sólo que no supe como. Entre de nueva cuenta por aquel túnel y al salir, estaba de nueva cuenta esa cosa. Sin embargo, algo había cambiado en ella. Seguía sin tener rostro, pero en donde antes estaba una oscuridad total, se lograba apreciar un campo hermoso, con unos girasoles.

–Espera- Le dije. Sin embargo, no me hizo caso y siguió su camino a otro túnel con una fuerte luz, el cuál parecía que lo teletransporto a otro lado, ya que lo perdí de vista en cuanto entro ahí. Debido al miedo que se apoderaba de mí en ese instante, cerré los ojos un momento. Cuando los volví a abrir, me doy cuenta de que me encuentro en mi casa, acostado en mi cama. Me levanto, prendo la luz de mi recamara y me voy hacia la sala de mi hogar. Me asomo por la ventana, y me doy cuenta que no estoy en Japón, sino en México. Todo fue un mal sueño, al parecer. Me preparo un vaso de café y prendo mi laptop. No le diré nada a mis papás, ya que conociéndolos, no me van a creer. Así que estoy esperando a que se prenda completamente mi laptop para empezar a narrar una historia que me sucedió y que sin duda, no me dejará dormir durante varias noches…

Bueno, eso fue todo, espero que les haya gustado. Recuerden que pueden dejar su opinión de que tal les parecio el creepypasta, aquí abajo.
Saludos.